Conectate con nosotros

Combustible

Ya empezó la transición energética, pero los trabajadores de los combustibles fósiles podrían quedar en el olvido

Publicado

el

Tiffany Berger pasó más de una década trabajando en una planta eléctrica operada con carbón en el condado de Coshocton, Ohio, y con el tiempo se convirtió en operadora de unidad con un salario anual de unos 100.000 dólares.

Sin embargo, en 2020, American Electric Power cerró la planta y Berger tuvo dificultades para encontrar un trabajo cercano que ofreciera un salario comparable. Vendió su casa, se mudó con sus padres y decidió ayudarles a manejar su granja en Newcomerstown, Ohio, a unos 30 minutos de distancia.

Venden parte del maíz, los frijoles y la carne de res que producen, pero tan solo alcanza para mantener la granja en funcionamiento. Berger, de 39 años, empezó a trabajar medio tiempo en una empresa local de fertilizantes y semillas el año pasado, donde obtiene apenas una tercera parte de lo que ganaba. Comentó que “nunca había soñado” que la planta fuera a cerrar.

“Pensé que me iba a jubilar ahí”, mencionó Berger. “Es una planta eléctrica. Todo el mundo necesita luz”.

Estados Unidos está experimentando un rápido abandono de los combustibles fósiles a medida que brotan de la nada nuevas fábricas de baterías, proyectos eólicos y solares, así como otras inversiones en energías limpias por todo el país. La amplia ley climática que los demócratas aprobaron el año pasado podría ser incluso más eficaz para reducir las emisiones de combustibles fósiles de lo que habían estimado funcionarios del gobierno del presidente Joe Biden.

Aunque la transición está proyectada para crear cientos de miles de empleos en el sector de las energías limpias, podría ser devastadora para muchos trabajadores y condados que han dependido del carbón, el petróleo y el gas para su estabilidad económica.

Los estimados sobre las posibles pérdidas de empleos en los próximos años varían, pero en 2022 las industrias de los combustibles fósiles tenían unos 900.000 empleados que trabajaban directamente con ellas, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

El gobierno de Biden está intentando mitigar el impacto, en su gran mayoría ofreciéndoles ventajas fiscales adicionales a los proyectos de energías renovables que se construyan en zonas vulnerables a la transición energética.

Sin embargo, algunos economistas, investigadores climáticos y líderes sindicales no están tan convencidos de que haya suficientes iniciativas. Más allá de la construcción, para operar los parques eólicos y solares se suelen requerir pocos trabajadores y los nuevos empleos en el sector de las energías limpias no ofrecen siempre salarios comparables o se alinean con las habilidades de los trabajadores despedidos.

Las plantas operadas con carbón han cerrado durante años y la producción nacional de carbón ha caído de su máximo a finales de la década de 2000. Según la Administración de Información Energética, se proyectó que para 2030 la capacidad de generación de electricidad a partir del carbón disminuirá de forma dramática hasta el 50 por ciento de los niveles actuales. En la industria de la extracción del carbón quedan unos 41.000 trabajadores, en comparación con los 177.000 de mediados de la década de 1980.

La desaparición de la industria es un problema no solo para sus trabajadores, sino también para las comunidades que han dependido durante mucho tiempo del carbón para impulsar su recaudación tributaria. La pérdida de ingresos de las minas, las plantas y los trabajadores puede significar menos dinero para escuelas, carreteras y fuerzas del orden. Un artículo reciente de Aspen Institute reveló que, entre 1980 y 2019, las regiones expuestas al declive del carbón experimentaron reducciones a largo plazo de los ingresos y las tasas de empleo, un mayor uso de los beneficios de Medicare y Medicaid y un descenso sustancial de la población, en particular entre los trabajadores más jóvenes. Esto “deja detrás a una población desproporcionadamente vieja, enferma y pobre”, según el artículo.

El gobierno de Biden ha prometido ayudar a esas comunidades a capear el impacto, tanto por razones económicas como políticas. Si no ayuda como se debe a los trabajadores desplazados, podría traducirse en el tipo de reacción populista que perjudicó a los demócratas tras la globalización, cuando las empresas mudaron sus fábricas a China. Las promesas de recuperar los empleos del carbón también ayudaron a Donald Trump a ganar las elecciones de 2016, pues aseguraron votos cruciales en estados como Pensilvania.

Las autoridades federales han prometido crear puestos de trabajo en las comunidades afectadas y garantizar que los trabajadores desplazados “se beneficien de la nueva economía de la energía limpia” ofreciéndoles miles de millones de dólares en bonos de créditos fiscales para que creen proyectos de energías renovables en regiones dependientes de los combustibles fósiles.

Si en esas regiones, llamadas “comunidades energéticas”, se construyen nuevas inversiones, como parques solares o centros de almacenamiento de baterías, los desarrolladores podrían llegar a cubrir hasta el 40 por ciento del costo del proyecto. Las empresas que reciban créditos por producir electricidad a partir de fuentes renovables podrían obtener un estímulo del 10 por ciento.

La Ley de Reducción de la Inflación también reservó al menos 4000 millones de dólares en créditos fiscales que podrían utilizarse para construir centros de fabricación de energía limpia, entre otros proyectos, en regiones con minas de carbón o plantas eléctricas cerradas y creó un programa que podría garantizar hasta 250.000 millones de dólares en préstamos para readaptar instalaciones, como una planta eléctrica cerrada, para usos de energía limpia.

Brian Anderson, director ejecutivo del grupo de trabajo interagencial del gobierno de Biden en comunidades energéticas, señaló otras iniciativas federales, como el aumento del financiamiento para proyectos de recuperación de tierras mineras abandonadas y fondos de ayuda para revitalizar las comunidades carboneras.

No obstante, Anderson mencionó que las iniciativas no serán suficientes y que las autoridades tenían financiamiento limitado para ayudar directamente a más comunidades.

“Estamos justo al borde de la posibilidad de dejarlos atrás de todas maneras”, afirmó Anderson.

Phil Smith, jefe de personal de United Mine Workers of America, señaló que los créditos fiscales para los fabricantes podrían ayudar a crear más empleos, pero que era probable que 4000 millones de dólares no bastaran para atraer plantas a todas las regiones. Smith también esperaba más ayudas directas para los trabajadores despedidos, pero el Congreso no financió esas iniciativas.

“Creemos que sigue siendo algo que se debe hacer”, opinó Smith.

Hasta ahora, los esfuerzos federales y estatales han hecho poco por ayudar a trabajadores como James Ault, de 42 años, quien tuvo un empleo en una refinería de petróleo del condado de Contra Costa, California, durante 14 años antes de ser despedido en 2020. Para mantener a flote a su familia, agotó su pensión y retiró de manera anticipada la mayor parte del dinero de su plan 401(k).

A inicios de 2022, se mudó a Roseville, California, para trabajar en una planta eléctrica, pero fue despedido de nuevo después de cuatro meses. Trabajó durante poco tiempo como repartidor de comida antes de conseguir un empleo en un fabricante de productos químicos cercano en febrero.

Ahora gana 17 dólares menos por hora que en la refinería y apenas puede pagar la hipoteca. A pesar de todo, aseguró que no volverá a la industria petrolera.

“Como nos estamos alejando de la gasolina, creo que entraría en una industria que está muriendo”, afirmó Ault.

Fuente: Infobae

EL GAS NOTICIAS, es la revista más importante del sector Hidrocarburos. En muy poco tiempo nos hemos convertido en promotores del uso de energías limpias y del intercambio comercial del sector.

Combustible

Destruyen 100 surtidores informales de gasolina y diésel que representaban un riesgo para la población

Publicado

el

Osinergmin destruyó 100 surtidores de gasolina y diésel que eran utilizados por grifos informales en diferentes zonas del país. Estos equipos fueron decomisados en operativos realizados por el organismo supervisor durante los últimos cinco años, con la finalidad de promover un comercio formal y seguro de hidrocarburos en el país.

Los surtidores fueron destruidos cumpliendo con todas las normas y protocolos ambientales, en un relleno sanitario autorizado y especializado en gestión ambiental, ubicado en Chilca. Asimismo, se contó con la presencia de una notaria de la provincia Cañete, quien acreditó que los equipos fueron completamente destruidos.

TE PUEDE INTERESAR

El comercio de combustibles debe realizarse de manera formal, cumpliendo con todas las normas técnicas y de seguridad vigentes para salvaguardar a la ciudadanía. Por ello, Osinergmin participa de manera activa en la lucha contra el comercio informal de hidrocarburos, brindando opinión técnica en operativos conjuntos con policía, fiscalía, municipios, entre otras autoridades; y realizando el decomiso y posterior destrucción de los surtidores.

“Los establecimientos informales de combustibles no brindan garantía respecto a la calidad del combustible ni de la cantidad despachada, asimismo, representan un riesgo para la seguridad de la ciudadanía”, concluyó Juan De Tomás, Gerente de Supervisión Regional de Osinergmin.

Continuar leyendo

Combustible

Proyecto Monte Azul permitirá sumar al actual almacenamiento de GLP, 18.000 toneladas más de este combustible 

Publicado

el

El presidente del Osinergmin, Omar Chambergo, informó a la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso de la República que evalúan un proyecto de la empresa Monte Azul para instalar infraestructura de almacenamiento de GLP al sur de Lima.

Dijo que la mencionada empresa ha presentado la documentación requerida para instalar una terminal de ese combustible en el distrito de Villa El Salvador. “Estamos trabajando para hacer las evaluaciones (de ese proyecto) rápidamente para que se pueda construir en poco tiempo”, afirmó Chambergo.

Ampliando el almacenamiento

La iniciativa de la citada empresa contempla una terminal para la recepción, almacenamiento y despacho de gas licuado de petróleo (GLP) e hidrocarburos líquidos en el mencionado distrito al sur de Lima. Contempla la recepción vía marítima, además de GLP, de otros derivados como diésel, biodiesel y gasolina.

El gerente general de Monte Azul, Claudio Caballero, explicó que este proyecto permitirá almacenar 18.000 toneladas de GLP con una inversión de US$ 180 millones, y que equivale en capacidad a la que actualmente tiene Solgas en la capital.

Esta iniciativa privada, señaló, permitirá aumentar la capacidad de almacenamiento para el suministro de GLP en Lima y Callao, de los tres días actuales, a cinco días en total.

Caballero explicó que terminaron de desarrollar este proyecto en 2017, que ya cuenta con varios estudios, entre ellos el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y que, en realidad, su retraso en avanzar surgió originalmente por un rechazo del mismo. por Osinergmin.

La “dificultad”, explicó, es que el proyecto incorporaba tecnología de punta aplicada en Estados Unidos, lo que brindaba condiciones de seguridad adicionales a este tipo de almacenamiento, pero dicha tecnología aparentemente (según el regulador) no estaría claramente definida en El estándar peruano.

Buscando una opinión favorable

Ante este obstáculo, indicó que la empresa solicitó opinión a la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) del Minem, solicitud que fue sometida a análisis en enero de 2022, y que recién en los últimos meses de este año obtuvo una opinión favorable. respuesta, en el sentido de que este tipo de tecnología está regulada en el país.

Siguiendo el dictamen de la DGH, señaló Caballero, se ha presentado nuevamente la solicitud de informe técnico favorable (ITF) ante el citado organismo supervisor.

De obtener la aprobación de la entidad, se estimó que la construcción del proyecto podría concluir en los próximos dos años.

Es necesario más almacenamiento

Para el experto en hidrocarburos Erick García Portugal, una de las soluciones a las continuas crisis de suministro de GLP es, efectivamente, construir más capacidad de almacenamiento de este producto, aunque eso no es suficiente, según indicó.

Hoy el Perú sólo produce el 70% del GLP que demanda el mercado nacional y el otro 30% debe importarse, explicó. Pero, esta situación podría revertirse, si se impulsara más la sustitución del GNV por GLP para uso vehicular en Lima y Callao, explicó.

Detalló que la ciudad capital consume casi el 50% de la demanda nacional de GLP. Dentro del consumo en esa ciudad, el 40% es utilizado por vehículos, el 10% por la industria y el otro 50% incluye su suministro en botellas para uso doméstico.

En este orden de ideas, sólo si se sustituyera el consumo vehicular de este gas por el GNV, ya no habría necesidad de importar el primer combustible mencionado, y la producción nacional bastaría para distribuirlo en otras ciudades del interior para el consumo vehicular. usar. .

Para ello falta, señaló, un mayor incentivo estatal para el desarrollo de infraestructuras de almacenamiento de gas natural licuado, que permita su venta en forma de GNC, o GNL como sustituto del diésel para camiones, o estaciones de regasificación. , grifos, etc.

Continuar leyendo

Combustible

En siete meses, combustibles subieron hasta S/2,17 por galón

Publicado

el

Entre el 1 de marzo y el 8 de septiembre, los precios mayoristas de los combustibles registraron un aumento de más de S/2 por galón. Las gasolinas regular y premium lideraron este incremento al elevarse en S/2,17, llegando a los S/18,21 y S/21,95 por galón, respectivamente, según Petroperú.

La gasolina de 84 octanos aumentó en S/1,76 y alcanzó los S/16,73 por galón. En cuanto a los gasoholes regular y premium, tuvieron un alza de S/1,84 y S/1,81, respectivamente, situándose en S/20,23 y S/21,37 por galón.

En este mismo periodo, el gasohol de 84 octanos llegó a S/16,45. Mientras que el Diésel B5 UV S50, el combustible con mayor demanda en el país, bajó S/1,69 hasta los S/14,36 por galón. Lo mismo ocurrió en el GLP de uso vehicular, que disminuyó S/0,50 y llegó a S/2,60 por kg. Sin embargo, estos últimos combustibles se encuentran dentro del Fondo de Estabilización de precios, pero las variaciones no siempre llegan al consumidor final.

Alza se ve en grifos

Por otro lado, los precios de los combustibles en las estaciones de servicio también lograron un alza de hasta S/1,1 por galón entre el 8 de agosto y el 6 de septiembre.

El gasohol regular pasó de S/16,95 a S/18,05 en promedio en los grifos de la capital. Mientras que el gasohol premium llegó a S/19,6 tras subir S/0,98 y el gasohol de 84 se elevó S/0,48 hasta los S/17,73. Mientras que el Diésel B5 UV S50 llegó a S/16,64 tras subir S/0,70 por galón.

El GLP vehicular se vendió entre S/6,50 y S/11,98 el galón.

Factores del alza

El exdirector de Hidrocarburos, Gustavo Navarro, afirma que la variación de los combustibles está relacionado con el precio internacional del crudo, que en los últimos meses pasó de US$60 a US$80 el barril.

Acotó que influye la demanda estacional por el mayor uso de combustibles en el hemisferio norte, principalmente la gasolina. Añade que otro factor es el tipo de cambio. No obstante espera que los precios empiecen a bajar a fines de este mes o a inicios de octubre.

Por su parte, el Osinergmin precisó que en el caso del GLP, la variación es producto de la especulación.

Fuente: La República

Continuar leyendo

Tendencias

Copyright © El Gas Noticias | Todos los derechos reservados